Me canso de ser feliz

            Un centro de asistencia telefónica, cajeros en el super, la recepción en oficinas y escuelas, hospitales y todo lo que tiene que ver con la atención al cliente. Aquellos que viven acatando órdenes para contestarle al público como una prioridad en sus jornadas laborales. Cualquiera de ellos, al final del día puede decir “me canso de ser feliz”. Sí, fingir cansa, agota, desgasta porque se tiene que tratar con personas a veces desconocidas que no tienen otra que hacer que exigir una respuesta que puedan entender, primero porque no leyeron las cláusulas, los avisos oportunos o las indicaciones. (no se incluye Volaris, esos son tramposos) los que llaman no entienden y cada uno con la exigencia de ser tratados como únicos, mejores e indispensables clientes. Cada persona que llama  exige, se altera, se confunde, se enoja y pelea con palabras que pierden sentido.

            “Me canso de ser feliz” dice quien cuelga en la última llamada del día, por más que intenta pierde la capacidad para ‘ser feliz’ y en cada llamada se va desintegrando hasta terminar una jornada desgastante y agotadora. ¿Qué felicidad les queda para llegar a casa? La de la sonrisa auténtica que aparece al sentirse en su hogar.

            Lidiar con gente con la que no convivimos, personas a las que no educamos, que no comen en nuestra mesa y no son amigos, es una hazaña garrafal. La sonrisa se finge a través del teléfono sobre todo cuando la llamada contiene preguntas que ya se contestaron cien veces antes, que tienen que ver con un aviso que se envió y que aparentemente “quieren confirmar para estar seguros”, la verdad es que no comprenden lo que leyeron, si acaso leyeron.

            La lectura de comprensión, ¡leer COMPRENDIENDO es el gran problema de tantos! y la comprensión es la base de la comunicación. A veces ni la voz y ni la letanía repetida es suficiente para quien simplemente no quiere entender porque no quieren razonar lo que escuchan.

            Leer entender, comprender, analizar, razonar y actuar. Esa es la línea de la comunicación. La gente que llama por teléfono quiere actuar sin hacer nada de lo anterior entonces

Todos dicen: -la gente no quiere leer con atención

Yo digo: -la gente no quiere leer con atención

Yo soy parte de la gente de la que los demás hablan, ustedes son parte de la gente de la que yo hablo entonces, ¿quién sí sabe leer?

Sí, todos nos cansamos de ser felices alguna vez … o muchas.